la venganza del reglamento

 

 
 
“Raimundo el de los Casandulfes le había dicho al artillero Camilo pocos días atrás, aún en Logroño,
—Cuando esto termine serán los escribientes los que manden, ya lo verás, los jurídicos y los de prensa y propaganda, los emboscados se organizan muy bien y en vez de ir de putas se pasan el día cavilando lo que les conviene, también rezan mucho para que les apoyen las señoras de los militares, de coronel para arriba, lo que no quieren es oír tiros, ellos ganan dinero y salvan el alma, nosotros no salimos de pobres y nos jugamos la vida y a veces la perdemos, pero eso no importa.”
(…)
“—Es peor el Boletín Oficial que la misma guerra, no se puede decir pero es una verdad como un templo, ni lo dude, el Boletín Oficial es el arma de los meapilas, ésos van a ser los grandes victoriosos, los vencedores para cincuenta años o más, tiempo al tiempo, las congregaciones saben ganar cuartos y repartir ganancias y jubileos pero sobre todo saben manejar bien sus herramientas”
(…)
“Fue un error encargar el ajuste de cuentas al cuerpo jurídico, lo hubiera hecho mejor la infantería, más rápido y clemente, alguna pifia no importa, en la Eneída se lee que los dioses también marran el abrazo, tampoco algún desmán hubiera importado, lo grave no es la confusa violencia del valeroso putero y bebedor que se sabe jugar la vida con elegancia y con desprecio sino la del cobarde administrativo, cobarde escalafonario, que sólo sabe ganarla con cautelosa avaricia, es un tipo repugnante y baboso, lo malo es la fría y mantenida violencia de la mediocridad empapelando el lozano chorro de la vida, esto no es la justicia y sí la careta del carnaval de los mudos, es peor la polilla de la covachuela que la bestia del monte, es más ruin y vengativa, entonces el hombre se desorienta, se desquicia y cae, no se aburre y huye y se mata, no, sino que se asusta y se encoge y languidece, se está haciendo lo más amargo y torpe, se está dando pábulo a la necedad y al reglamento, no tienes más que leer el periódico para enterarte, esto no es justo ni gallardo, la justicia es aún un sueño muy poco maduro y la gallardía se quedó en triste flor ajada por el balduque…”
CAMILO JOSE CELA (Mazurca para dos muertos)